¿CÓMO HACER LA QUEIMADA GALLEGA?
La queimada es una bebida alcohólica tradicional gallega cuyos orígenes son desconocidos, atribuyéndolos algunos a los celtas, aunque estudios recientes descartan este origen, ya que no puede ser anterior a la introducción del alambique por parte de los árabes.
En cualquier caso, es parte de la cultura y tradición gallega, la cual le atribuye facultades curativas y de protección contra seres malvados y maleficios. Y, ya se sabe, como dicen los gallegos, “Eu non creo nas meigas, mais habelas, hainas” (“Yo no creo en las meigas, pero haberlas, las hay”).
Para hacer la queimada, en un recipiente se vierte aguardiente, azúcar y cascara del limón.
Con un cucharón como el que en Servicios de Mesa de Guernica os proponemos, y que tenga un poco de azúcar y aguardiente le prendemos fuego y lo acercamos hasta tocar con el aguardiente que está en el recipiente y transferimos el fuego del cucharón al recipiente.
Entonces se recoge con el cucharón aguardiente ardiendo, se levanta y se deja caer el aguardiente en el recipiente, con cuidado de no salpicar, repitiéndolo hasta que las llamas azules vayan perdiendo su color.
Antes de que se apaguen las llamas, se coge del fondo del recipiente azúcar con el cucharón y dejamos que se queme un poco para hacer caramelo que se deja caer en la Queimada.
Se revuelve y ya está lista para degustar.
Eso si, no os olvidéis del conjuro:
Mouchos, coruxas, sapos e bruxas.
Demos, trasgos e diaños, espíritos das nevoadas veigas.
Corvos, pintigas e meigas, feitizos das menciñeiras.
Podres cañotas furadas, fogar dos vermes e alimañas.
Lume das Santas Compañas, mal de ollo, negros meigallos, cheiro dos mortos, tronos e raios.
Oubeo do can, pregón da morte, fociño do sátiro e pé do coello.
Pecadora lingua da mala muller casada cun home vello.
Averno de Satán e Belcebú, lume dos cadáveres ardentes, corpos mutilados dos indecentes, peidos dos infernais cus, ruxido da mar embravecida.
Barriga inútil da muller solteira, falar dos gatos que andan á xaneira, guedella porca da cabra mal parida.
Con este cullerón levantarei as chamas deste lume que asemella ao do inferno, e fuxirán as bruxas a cabalo das súas escobas, índose bañar na praia das areas gordas.
¡Oíde, oíde! os ruxidos que dan as que non poden deixar de queimarse no augardente, quedando así purificadas.
E cando esta queimada baixe polas nosas gorxas, quedaremos libres dos males da nosa alma e de todo embruxamento.
Forzas do ar, terra, mar e lume, a vos fago esta chamada: si e verdade que tendes mais poder que a humana xente, aquí e agora, facede cos espíritos dos amigos que estan fora, participen con nos desta queimada.